Hace muchos años cuando yo era pequeña me gustaba ir al circo para ver a los payasos. Los payasos antes hacían reír a los niños y a los mayores. Ahora los payasos están tristes, los payasos lloran porque ya no hacen reír a los niños ni a los mayores,pero no.ellos no tienen la culpa, la tenemos los mayores de esta sociedad y esta época en que estoy viviendo.
Ahora los niños antes de empezar a hablar ya les damos máquinas de juegos y después los ordenadores. Ya no juegan con coches, ni balones, ni muñecas, ni a las cocinitas es más no saben lo que es jugar y tampoco saben lo que es un payaso que les haga reír.
Yo quisiera pintarme la cara de blanco, ponerme una peluca de rizos amarillos y una nariz roja y juntar a todos los payasos e irnos a los países donde los niños en lugar de un juguete tienen un arma en sus manos o no tienen nada en las manos para llevarse a la boca. Ahí quiero yo ir con todos los payasos del mundo para poder arrancarle una sonrisa a esos niños y que lloren pero de alegría. Luego entonces los payasos ya no llorarán aunque seguirán estando tristes por ver a esos inocentes niños. Pero eso sí, ellos con su cara pintada, su peluca, su nariz roja, sus zapatones grandes son los que de verdad hacen felices a esos niños, LOS PAYASOS.
